La paradoja del esfuerzo: trabajar más y rendir menos
En un contexto donde la productividad cobra cada vez más relevancia, las organizaciones están comprendiendo que la energía y el compromiso de los empleados no son aspectos secundarios, sino fuerzas clave para la superación y la innovación. A su vez, esto desembocó en un factor profundamente importante: un trabajador no puede disponer de su máximo rendimiento si no lo hace desde el bienestar. Es por eso por lo que hoy en día nos encontramos ante un panorama desafiante: los trabajadores sienten que su energía se ve drenada por estructuras organizacionales ineficaces, tareas repetitivas y jornadas laborales cada vez más largas que no se ve reflejado en su aporte de valor. ¿Cómo afecta esto a la productividad de tu organización? ¿Cuáles son estos factores? ¿Qué soluciones podes ofrecer a tu organización y colaboradores para no caer en este desperdicio de energía?
El informe “Global Talent Trends 2024-2025” de Mercer, titulado “Workforce 2.0: Unlocking Human Potential in a Machine-Augmented World”, nos ofrece datos reveladores sobre esta problemática. Según el estudio, el 57% de los empleados afirma estar trabajando más horas que nunca. Pero el problema no radica únicamente en la cantidad de trabajo, sino en su diseño y organización. Los trabajadores mencionan la falta de estructuras eficientes, las interrupciones constantes y la falta de dirección clara como factores que erosionan su capacidad de concentración y rendimiento. Más allá del agotamiento, la ausencia de un propósito bien definido impacta directamente en la motivación. Aunque el informe destaca que los empleados no perciben la autonomía como un obstáculo principal, sí expresan la necesidad de mayor claridad en sus funciones, mejor diseño del trabajo y feedback más estructurado. Aquí es donde la inteligencia artificial y las herramientas de optimización de tareas entran en juego, no solo para mejorar la asignación de responsabilidades, sino también para liberar tiempo valioso que puede destinarse al aprendizaje y el desarrollo profesional.
¿Cuáles son los mayores drenadores de productividad?
Según los datos del estudio, los principales factores que afectan la productividad en las organizaciones hoy son:
- Exceso de “busy work” (tareas que no agregan valor) – 42%
- Demasiadas interrupciones y poco tiempo para pensar – 38%
- Estructuras organizacionales ineficaces (matrices, silos, etc.) – 35%
- Carga de trabajo insostenible – 32%
- Estrés – 29%
- Dificultad para encontrar la información o expertos adecuados – 26%
- Exceso de reuniones – 23%
- Demasiados cambios constantes – 21%
- Falta de dirección y feedback – 20%
- Incapacidad de trabajar cuándo y dónde es más productivo – 17%
- Aprendizaje forzado de nuevas tecnologías – 16%
- Falta de confianza y autonomía – 13%
Un cambio en la forma de medir la productividad
Uno de los puntos más interesantes del informe es el cambio en la forma en que las organizaciones están midiendo el éxito. Históricamente, la productividad se evaluaba en función del tiempo trabajado y la cantidad de tareas completadas. Sin embargo, este enfoque está quedando obsoleto. Ahora, el foco está virando hacia el impacto real que generan los empleados en la organización y en la generación de valor. De hecho, el estudio muestra que el 50% de los ejecutivos ya tiene en su cuadro de mando métricas relacionadas con la salud y el bienestar de sus equipos, frente al 40% en 2022 y solo el 21% en 2020. Además, el 43% de las empresas ya está considerando estándares de “Buen Trabajo” como un indicador clave de gestión, y un 40% evalúa el compromiso de los empleados como un factor determinante para el éxito organizacional.
Este cambio de enfoque no es menor. Nos enfrentamos a una transformación estructural en la forma en que las empresas diseñan y gestionan el talento. La idea de que un trabajador comprometido y motivado es más productivo está dejando de ser una hipótesis para convertirse en un principio rector de las estrategias empresariales. Pero para que este cambio sea efectivo, es necesario reformular la manera en que se estructuran las tareas y los roles dentro de las organizaciones.
¿Cómo pueden las empresas revertir esta tendencia?
¿Qué implica esta transformación? En primer lugar, la necesidad de rediseñar el trabajo para hacerlo más eficiente y motivador. Esto implica eliminar tareas sin valor agregado logrando su automatización, mejorar la alineación entre habilidades y responsabilidades y permitir mayores niveles de autonomía. En segundo lugar, conlleva un cambio en la forma en que se gestiona el talento. La juniorización de ciertos roles, la contratación de perfiles no tradicionales y el desarrollo de trayectorias profesionales más dinámicas están cobrando relevancia, ya que las empresas buscan equipos más flexibles y adaptativos.
No menos importante es la creación de un entorno laboral que facilite el aprendizaje continuo. La automatización y la inteligencia artificial pueden desempeñar un papel clave en este proceso, permitiendo que los empleados se concentren en tareas estratégicas y desarrollen nuevas habilidades en el flujo del trabajo. Este enfoque no solo beneficia a los trabajadores, sino que también mejora la resiliencia organizacional y la capacidad de innovación.
Las empresas que logren adaptarse a este nuevo paradigma no solo verán una mejora en la productividad, sino que también construirán equipos más comprometidos, ágiles y preparados para afrontar los desafíos del futuro. En última instancia, la clave está en dejar de medir la eficiencia solo en términos de horas trabajadas y empezar a enfocarse en el valor real que cada persona aporta. La pregunta que debemos hacernos no es si estamos listos para este cambio, sino cómo podemos acelerarlo y aprovecharlo al máximo.
Del diagnóstico a la acción: cómo empezar a revertir esta tendencia
Un llamado a cuidar lo que realmente impulsa la productividad
Reconocer y prevenir las situaciones que drenan energía y por ende repercuten en el rendimiento laboral es fundamental para promover un ambiente de trabajo saludable y productivo. Tanto los empleadores como los empleados tienen la responsabilidad de implementar estrategias para reducir el estrés y mejorar el bienestar en el trabajo. Al seguir estas recomendaciones, podemos trabajar juntos para crear entornos laborales más saludables y satisfactorios.
En Criteria Pension & Benefits, nos preocupamos por el bienestar integral de tus empleados. Sabemos que el bienestar de una persona no se limita únicamente a su relación con su trabajo, sino que también está estrechamente ligado a su bienestar financiero. En un país que constantemente plantea nuevos desafíos al generar contextos de incertidumbre. Nosotros entendimos que brindarles herramientas para gestionar sus finanzas de manera efectiva es clave para su tranquilidad y rendimiento en el trabajo.
Hoy en día, cada vez más empresas nos eligen para potenciar el bienestar financiero de sus empleados y reducir el impacto del estrés económico en su desempeño laboral. Desde programas de educación financiera para no expertos hasta asesoramiento personalizado adaptados a las necesidades y capacidades de ahorro de cada individuo, trabajamos junto a las organizaciones para desarrollar estrategias que fortalezcan la estabilidad económica de sus equipos y, en consecuencia, mejoren su compromiso y productividad.
Si querés conocer más sobre cómo podemos ayudarte, escribinos a pension@criterialatam.com o por WhatsApp al +54 9 11 3875 2305.