- La profundización de restricciones a partir de la segunda ola del Covid-19 generó un cambio importante en la dinámica del mercado.
- Las expectativas en cuanto a la capacidad del Gobierno de contener inflación y devaluación se han modificado, con una notable demanda por cobertura en el mercado de bonos.
- La inflación de marzo sorprende al alza con un avance de 4,8% y pone en jaque la meta oficial del 29%. Restricciones de movilidad afectarán la recuperación y el nivel de gasto.
La demanda por cobertura de devaluación en el mercado de bonos ganó fuerza en las últimas semanas a raíz de un notable cambio de expectativas en el clima económico.
El incremento de contagios y las restricciones de movilidad –si bien de momento menos profundas que el año pasado – empiezan a configurar una dinámica de emisión y déficit que se asemeja a la del 2020, con consiguiente presión sobre tipo de cambio e inflación. En un escenario financiero y sanitario que se deteriora, ¿podrá el Gobierno mantener a raya estas variables tal como prometió en el presupuesto?
A juzgar por el precio de los bonos, pareciera que las dudas van en aumento.
Desde comienzos de abril, los papeles que ajustan capital por devaluación del tipo de cambio oficial muestran una suba importante en el precio. Los dollar-linked, un instrumento de cobertura cambiaria, registraron una demanda notable en su tramo más corto, una señal de que empresas e individuos están saliendo al mercado a buscar protección.
Inversores de bonos buscan cobertura de devaluación
Tasa de interés de bonos dollar-linked vs. Ritmo de devaluaciones semanales del tipo de cambio oficial
Como se percibe en el gráfico, desde comienzos de mes la tasa de interés que pagan los bonos dollar-linked cayó de 10,64% a 4,68% en el caso del T2V1, y de 6,21% a 1,62% en el caso del TV22.
La tasa de interés de un bono se mueve en sentido inverso a su precio.
Lo expuesto marca un quiebre de tendencia con lo registrado en los meses anteriores. Si bien el mercado siempre desconfío de la meta inflacionaria del ministro Martín Guzmán (29%), en el campo del tipo de cambio oficial la propuesta de devaluar sólo un 25% comenzaba a ganar una convalidación moderada por parte de los inversores.
Este convencimiento, sin embargo, parece haberse quebrado en las semanas recientes ante el recrudecimiento de la pandemia y de la inflación. Esto incluso a pesar de que el Banco Central, luego de devaluar un 40% en 2020, desaceleró efectivamente su mecanismo de crawling-peg o micro devaluaciones diarias del peso.
En este sentido, las señales expuestas – aumento de cobertura vía dollar-linked, o también suba de tasas de futuros en el Rofex – se pueden interpretar como una señal de que los inversores ya no creen que el Gobierno pueda seguir devaluando a este ritmo, sobretodo en un contexto donde la inflación registra niveles más elevados de lo previsto y el “atraso” cambiario es mayor.
El Banco Central desacelera la devaluación del peso…
Devaluación móvil mensual del tipo de cambio oficial.
… lo que genera “atraso” cambiario
Devaluación tipo de cambio oficial vs. Inflación mensual.
En la última semana, se conoció el último dato de inflación que publicó el INDEC para marzo: un registro de 4,8% que sorprendió por lo negativo y contribuyó al cambio de expectativas. En los primeros tres meses del año, la inflación acumulada ronda el 13%.
La creciente inercia en la velocidad de los precios es un elemento adicional que agrega presión al tipo de cambio. El Gobierno adoptó una estrategia que consiste en utilizar el dólar oficial como ancla para disminuir el avance de los precios, según consignó el ministro Martín Guzmán. El mercado desconfía de la sustentabilidad de esta estrategia, tal como se refleja el precio de los bonos y futuros.
En un contexto de pandemia y nuevas restricciones, observamos que el sendero fiscal que se había propuesto en el Presupuesto va a ser más difícil de atender. Esto por el impacto en la recaudación, así como las necesidades de gasto que pudiera tener el fisco, que si bien menores a las del 2020, seguirán siendo elevadas y mayormente respaldas por emisión monetaria.
Recomendaciones de inversión
Evaluamos en envíos anteriores la conveniencia para el inversor argentino de diversificar riesgo país hacia productos financieros con riesgo internacional. Sostenemos nuestra preferencia por activos externos y una cartera diversificada.
Si bien hemos insistido en envíos anteriores acerca de la conveniencia de un portafolio diversificado global, la intención del informe es asistir a quien, por disposiciones regulatorias o propia disposición, asume riesgo local en su cartera.
A modo de conclusión y en vista de los escenarios descriptos, consideramos en nuestro escenario base que el gobierno va a poder mantener su meta del crawling peg debajo del ritmo de inflación mensual por los próximos meses.
Hasta entonces (30 junio) creemos que hay mejor valor relativo en las alternativas de inversión en pesos a tasa fija o en CER. Como dijimos en envíos anteriores el TO21 podría generar retornos por sobre los dollar linked. Por otro lado, para aquellos inversores que buscan opciones en la curva CER, el tramo 2022/2023 aún presenta rendimientos reales positivos entre el 2% y el 3%.
Esta oportunidad táctica requiere de un seguimiento continuo a medida que se acercan las elecciones, tras lo cual podría comenzar a tomar fuerza nuevamente la expectativa de una aceleración en el ritmo devaluatorio.
Consulte a su asesor para determinar la configuración de su portafolio.