- La deuda soberana en dólares acumula una caída cercana al 60% desde 2018. ¿Es momento para invertir?
- Para iniciar un círculo virtuoso, Argentina debe trabajar en una reducción de la volatilidad de su crecimiento económico y reformas estructurales.
- Bonos en dólares son una inversión atractiva para inversores con alta tolerancia al riesgo.
En la última semana, llevamos a cabo en Criteria nuestro más reciente Comité Abierto de Inversiones, una propuesta pública con el objeto de compartir con clientes e inversores nuestras estrategias y alternativas de inversión.
En esta oportunidad, tratamos la temática de la deuda soberana en dólares, un activo táctico para los portafolios que viene sufriendo un impacto en su precio desde mediados de 2018. En un entorno de inflación en dólares en ascenso, se vuelve necesario buscar una remuneración competitiva para el ahorro en moneda extranjera. Es por ese motivo que nos proponemos analizar la conveniencia de una de las alternativas más buscadas en el mercado.
La deuda soberana de los países es típicamente el instrumento que suele brindar más garantías y seguridad a los ciudadanos como alternativa de inversión y ahorro. Sin embargo, la volatilidad de la deuda en Argentina lleva a que esa función de ahorro de largo plazo no quede debidamente cumplida.
Cómo muestra el siguiendo gráfico, el activo presenta una volatilidad importante, con ciclos muy bruscos de “glorias y ocasos” en su valorización. En la práctica, esto lleva a un monitoreo casi permanente por parte de los profesionales de finanzas.
Una perspectiva histórica para la deuda en dólares: de la gloria al ocaso
En este sentido, y luego de una caída considerable para la deuda en dólares desde 2018, analizamos el potencial de crecimiento y recuperación para la deuda en dólares. ¿Cuáles son las condiciones mínimas que deberían generarse en la economía para apuntalar la confianza y restablecer la percepción de riesgo por parte de los inversores?
De esta forma, ¿se podría entrar en un nuevo círculo virtuoso de rendimientos? ¿Hay opción para un posicionamiento táctico en la deuda soberana en dólares?
En esta oportunidad, nuestro Comité Abierto de Inversiones contó con la presencia de dos invitados para explorar los distintos escenarios para la deuda. En primer lugar, Andrés Borenstein, economista de Econviews, exploró las decisiones que podrían llevar a una reducción en la volatilidad de crecimiento y una mejora en el clima financiero. En segundo lugar, Mariano Fiorito, gestor de carteras en Schroders, expuso sobre las mejores alternativas de inversión en el contexto actual.
View económico, principales puntos de Andrés Borenstein (Econviews)
Para el economista, se necesitan tres ideas fundamentales: estabilización de la macroeconomía, mejorar la relación riesgo-retorno de Argentina y reformas estructurales.
“Con una macroeconomía inestable, simplemente es imposible”, dice. El crecimiento económico está estancado desde hace más de una década, y su crecimiento económico es muy volátil. “Evidentemente no se debe a la sequía o a una devaluación. El problema es nuestro,” dice.
El economista describe el escenario actual: elevada brecha cambiaria y sucesión de controles. “Una brecha del 100% hace que la economía sea excesivamente desordenada,” dice, desincentivando completamente las exportaciones e incentivando adelantar importaciones.
El riesgo país, argumenta, refleja el gran problema de credibilidad. A su vez, la inflación está arriba del 50% y corre riesgo de dar un nuevo salto hacia adelante.
La inflación se asienta en un nivel de 50%, con riesgo de dar un nuevo salto
Según Borenstein, un escenario de acuerdo con el FMI requerirá de una devaluación de la moneda y achicamiento de la brecha cambiaria. Esto tanto para un acuerdo “duro” o “light” con el organismo. El economista trabaja con un escenario base donde se cierra un acuerdo en febrero o marzo de 2022, aunque resta despejar la “calidad” del mismo.
Para el economista, existen en el BCRA reservas netas por USD 6.100 millones. Sin embargo, descontados DEGs y oro, la variable para las reservas más líquidas quedaría en terreno negativo.
¿Faltan dólares en la economía? Para Borenstein, “faltan dólares al precio que vos querés que valga. Si cambiás el precio del dólar seguramente no te vayan a faltar.” El economista hizo alusión a que es esperable que el Gobierno convalide una corrección del tipo de cambio oficial en algún momento.
En cuanto al perfil de la deuda, el economista se muestra optimista. Argentina tiene 50% del PBI en deuda pública neta incluyendo cupones PBI. “No me parece una locura que con dos o tres cosas puedas recuperar la credibilidad”, dice. Entonces, la deuda tendría “otro precio”.
Borenstein sostiene que Argentina tiene despejados vencimientos significativos de capital con el sector privado hasta el 2025. Entonces, habrá que pagar 2% del PBI o USD 10.000 millones, lo que para el economista “no es algo tan grave” y no representaría un problema. Sin embargo, advierte que la deuda de mediano y largo plazo no es licuable, ya que cerca del 75% de la misma está denominada en dólares.
¿Qué opciones debieran darse para repensar una inversión en la deuda soberana en dólares? Para el economista, se necesita crecimiento económico sostenido en un marco de mejor institucionalidad. Los ciclos de Argentina son de alto crecimiento seguidos muy frecuentemente con una recesión profunda.
A su vez, una serie de reformas estructurales que son necesarias para recrear un clima de inversión. “Hoy nadie quiere enterrar capital en el país”, observa. También, una reducción del gasto público y una reapertura en el margen de nuestra economía. La participación del comercio exterior en el PBI en Argentina es menor a Uruguay, Perú, Chile, Paraguay y México, aunque superior a Brasil.
Escenario financiero, principales puntos de Mariano Fiorito (Schroders)
El especialista de mercado Mariano Fiorito coincide en que los vencimientos de deuda soberana en términos de PBI para Argentina no son significativos y recién a partir del 2025 se vuelven importante.
“Debería ser sencillo honrar la deuda en el corto plazo dado el nivel de exportación argentino”, dice. Argentina debería pensar en refinanciación recién en 2025, por lo que sostiene que hay tiempo para que el Gobierno implemente reformas que permitan recuperar confianza y credibilidad en el mercado.
Sin embargo, admite que hoy en día los inversores tienen un sesgo muy negativo y esto se refleja en los precios. “Para el mercado, hay más de 50% de probabilidades de tener un estrés crediticio en la deuda”, dice.
¿Es correcta la lectura del mercado o hay potencial para pensar en un camino diferente?
Los vencimientos de deuda no son tan significativos, pero la percepción del mercado es muy negativa
En primer lugar, como punto favorable, Fiorito sostiene que en un mundo de tasas cero o negativas, el carry de la deuda Argentina es atractivo. Este podría generar un retorno apetecible en un lapso donde no hay grandes vencimientos de deuda. El país está de algún modo sobre castigado en relación a sus comparables, cotizando muy por encima de otros países similares en nota de crédito.
En un escenario de convergencia hacia esos países, Fiorito sostiene que los retornos serían muy atractivos para la deuda, superiores al 120% en un marco ideal donde Argentina arregla con el FMI, reestructura su economía y consigue mejoras de rating por parte de las calificadoras de crédito.
En los escenarios adversos, sin embargo, se contempla una reestructuración con bonistas privados para los años 2023, 2024, o 2025, donde en este caso los bonos en el tramo corto serían los más afectados.
Recomendaciones de inversión
Si bien hemos insistido en envíos anteriores acerca de la conveniencia de un portafolio diversificado global, la intención del informe es asistir a aquel inversor que busca asumir riesgo local en su cartera.
A modo de conclusión, determinamos que, si bien los bonos soberanos en dólares son una oportunidad atractiva para multiplicar capital, esta opción debería quedar limitada a aquellos inversores con alta tolerancia al riesgo. Esto por la naturaleza volátil del activo, y la incertidumbre respecto a los escenarios.
Hoy se encuentran en valores atractivos frente un escenario de acuerdo con el FMI, y podrían tener un upside significativo en un esquema de recambio político en 2023.
A su vez, como alternativa a soberanos, el crédito provincial y corporativo tiene también oportunidades atractivas.
Finalmente, para inversores conservadores, nuestra recomendación es una posición en fondos comunes de inversión diversificados que invierten en activos del exterior (ver cuadro).
Consulte a su asesor para determinar la configuración de su portafolio de acuerdo con su perfil de riesgo.