El sorpresivo resultado electoral derivó la última semana en el cierre de un nuevo flujo de financiamiento para el país, los inversores decidieron no refinanciar los vencimientos de Letras del Tesoro en su licitación del 28 de agosto, que fue declarada desierta. Esto llevó al Gobierno a ordenar una reprogramación de la deuda en pesos y dólares de corto plazo con el objetivo de reducir la carga financiera en 2019 y liberar reservas para la moderación del tipo de cambio.
Como explicó el ministro económico Hernán Lacunza, el fin es salvaguardar las reservas de presiones del servicio de la deuda, a fin de administrar ese stock para atender demandas de dolarización por parte de la población. Esta medida se complementó hoy, con una política de “controles de cambio” que limitan la compra de moneda extranjera en el mercado cambiario.
Los mercados financieros reaccionaron agresivamente al anuncio de restructuración, con bajas pronunciadas en títulos soberanos y papeles de renta variable, así como una depreciación adicional en el peso.
La tasa de interés de política monetaria cerró el viernes en torno a 85% anual, mientras que las reservas internacionales al 28/8 lo hicieron en casi USD 57.000 millones, una caída de USD 9.000 millones desde las PASO entre intervenciones cambiarias, retiro de depósitos en USD y cancelación de compromisos.
Creemos que, si bien la decisión de reestructurar pasivos de corto plazo mejora inmediatamente la disponibilidad de reservas para atender la demanda de dólares en el mercado de cambios, la naturaleza de la decisión puede provocar un efecto inverso al agravar el deterioro en el clima de confianza.
Puede esperarse una aceleración en la demanda de atesoramiento de moneda extranjera, así como el retiro de depósitos del sector privado del sistema financiero.
Con relación al proyecto de restructuración voluntaria de deuda de mediano plazo esbozado por el Gobierno, creemos que existen focos de incertidumbre demasiado significativos como para que la propuesta llegue a un final exitoso. El beneficio para los acreedores de una eventual cesión de sus derechos contractuales de cobro en las presentes condiciones, depende fundamentalmente del diseño mismo de la política económica que implementaría el candidato opositor en caso de ganar, hoy desconocida.
Clima adverso de confianza se refleja en un stock decreciente de depósitos en moneda extranjera
Depósitos del sector privado en sistema financiero, en USD
… y en un promedio de refinanciación de Letes que cayó de 88% a virtualmente cero desde las PASO
Rollover privado de Letras del Tesoro en USD
Hemos señalado anteriormente que el Fondo Monetario Internacional, ha buscado en experiencias anteriores una restructuración de la deuda pública con privados como condición para una extensión del auxilio financiero.
En este sentido, si bien FMI podría ponderar la decisión del Gobierno, restan definiciones importantes. Aún después del “reperfilamiento”, el desembolso previsto de USD 5.400 millones sigue siendo determinante para cumplir con el programa financiero de 2019. Sostenemos que ese pronunciamiento será un punto clave para el mercado local, y que existen dudas sobre si podrá efectivamente llegar a las arcas argentinas.
Si bien cuantitativamente las metas fiscales estarían cumplidas, existen líneas de argumentación que el FMI podría explorar para justificar una negativa al desembolso.
Recomendaciones de cartera
Hemos enfatizado recurrentemente desde el último año sobre la importancia de reducir riesgo argentino para transitar un extenso calendario electoral que resultó un driver excluyente de los precios en activos locales.
Cómo describimos en el último envío, una configuración adecuada de portafolios con miras a riesgo internacional ha permitido cubrir al inversor local del severo deterioro que produjo el shock electoral.
Hacia adelante, la persistencia de la presión sobre el tipo de cambio y la tendencia vigente a la desvalorización de activos locales sostiene la recomendación de posicionamiento en activos externos.