Una apuesta táctica en el S&P 500 con un interesante retorno potencial

El escenario de aumento de tasas de interés y de mayor restricción en las condiciones monetarias, junto a presiones geopolíticas y el recelo sobre las tarifas al comercio internacional han terminado por lastimar en el último tramo del año buena parte de los activos globales de riesgo.

Particularmente en EE.UU., donde en envíos anteriores sugerimos concentrar las estrategias globales de inversión, el índice S&P 500 acumula desde su pico histórico de 2.931 puntos en septiembre una baja del 9,4% hasta el 24 de octubre.

Junto al Dow Jones, que registró un retroceso similar, los dos índices accionarios de EE.UU. se asoman a la zona de “corrección”, al caer casi un 10% desde su pico previo. El evento correctivo precedente había ocurrido en enero de este año, apenas el quinto episodio en un longevo ciclo de bull market que empezó en la posteridad de la crisis subprime y que se ha sostenido desde entonces con mínimos sobresaltos.

En teoría, la categorización de corrección define un proceso de caída en el valor que “corrige” una sobrevaluación previa en los activos y reencausa los precios hacia su tendencia histórica de evolución de largo plazo.

Desde 1974, cuatro de cada cinco correcciones en la renta variable de EE.UU. revirtieron su tendencia en un plazo razonablemente corto y lograron evitar una mutación a un bear market. Desde 2009, puntualmente, todas las caídas en renta variable se han revertido.

En esta oportunidad, pensamos que la caída actual es en efecto, otro episodio de corrección típica y no un punto de inflexión en el ciclo. En un año de elecciones intermedias en EE.UU., la volatilidad experimentada en el mercado accionario está perfectamente en línea con comportamientos históricos registrados en años similares.

Estacionalmente, a su vez, el cuarto trimestre del año es el más favorable para las acciones del S&P 500. Cómo muestra el siguiente cuadro, el promedio de retorno histórico es positivo en 3,5% para el T4, ganancia que se extiende a 7,5% en años con la peculiaridad, como este 2018, de celebrar elecciones intermedias.

A su vez, se verifica que, en promedio, la tensión generada en los años electorales en la antesala de los comicios produce retornos negativos en los tres trimestres previos del año, descomprimiendo de alguna forma la presión en precios hacia el final del año calendario.


El cuarto trimestre del año, históricamente favorable para las acciones de EE.UU.

Estacionalidad de la renta variable por trimestre del año y en años de elecciones intermedias

Promedio trimestral rendimiento S&P 500 – Fuente Deutsche Bank


Estrategia táctica en el S&P 500

Contabilizando la caída registrada desde septiembre, vemos que, de realizarse el promedio histórico a fin de 2018, el inversor que iniciara una posición desde los niveles actuales podría capitalizar una suba de 11,5% desde el nivel actual o bien 15,8% si se considera la media de años legislativos.

En ese sentido, la estrategia táctica sugerida es la compra del ETF SPY, que refleja el comportamiento del índice S&P 500, junto con la adquisición de un PUT at the money (opción de venta con precio de ejercicio al mismo nivel que el precio del ETF) para acotar el riesgo frente a un escenario adverso. El costo del seguro a la baja a hasta fin de año, es de aproximadamente 3,0%, prima que constituiría el punto de equilibrio de la inversión y la máxima exposición a pérdida posible en caso de no materializarse la visión aquí expresada.

En un escenario benigno, en cambio, el retorno potencial esperado de la inversión es del 8,5% en dólares, extensible a 12,8% en concordancia con promedios en años de elección intermedia.


Las correcciones en 2018 y el crecimiento de ganancias generan valuaciones más acordes a promedios históricos

Múltiplo de ganancias futuras a 12 meses S&P 500 y promedios históricos 5 y 10 años. Fuente: Factset

En función de las fuertes ganancias corporativas esperadas para el tercer y cuarto trimestre, la estacionalidad positiva, y la moderación de las valuaciones respecto al promedio histórico, un recorrido alcista en el precio de las acciones del S&P 500 por sobre el punto de equilibrio del 3,0% luce como más que realizable.