AGOSTO MARCA UNA LEVE MEJORA EN LA ACTIVIDAD
En agosto, el EMAE registró un incremento desestacionalizado de 0,3% respecto de julio y un crecimiento interanual de 2,4%, interrumpiendo tres meses consecutivos de caída. Sin embargo, la mejora se concentró en pocos sectores —principalmente intermediación financiera y minería— mientras que la industria y el comercio continuaron en retroceso.
Los indicadores adelantados de septiembre anticipan un nuevo descenso de la actividad, afectada por la mayor dolarización preelectoral. Aun así, una buena cosecha fina y el efecto positivo del resultado electoral podrían impulsar una recuperación hacia el cierre del año. Mantenemos por ello la variable en color amarillo dentro de nuestro semáforo de indicadores.
Estimador Mensual de Actividad Económica: agosto 2025
En agosto, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una suba desestacionalizada de 0,3% respecto de julio, mientras que en términos interanuales creció 2,4%.

EMAE: impacto en la actividad de los distintos sectores
Diez de los sectores relevados mostraron avances interanuales, con mayor incidencia de intermediación financiera (+26,5%) y explotación de minas y canteras (+9,3%). En cambio, cinco sectores presentaron caídas, destacándose industria manufacturera (-5,1%) y comercio mayorista, minorista y reparaciones (-1,7%), que en conjunto restaron 1,06 puntos porcentuales al crecimiento interanual del EMAE.
La actividad económica en perspectiva
Tras tres meses consecutivos de contracción, la actividad económica registró una variación positiva en agosto, interrumpiendo su racha negativa. No obstante, el desempeño dentro del índice fue heterogéneo: la expansión mensual se explicó principalmente por el aporte de algunos sectores con un dinamismo significativamente mayor al promedio.
En el acumulado anual —esto es, la variación de agosto de 2025 respecto de diciembre de 2024—, seis sectores mostraron bajas, ocho registraron subas y uno se mantuvo prácticamente estable. Entre las principales caídas se ubicaron comercio (-2,9%), agropecuario (-2,4%), industria (-5,5%) y construcción (-0,9%). En contraste, las mayores expansiones correspondieron a intermediación financiera (+18,5%), pesca (+17,3%), provisión de electricidad, gas y agua (+4,4%) y minería (+6,0%).
Para septiembre, los indicadores adelantados no son alentadores, en un contexto donde se observó una mayor dolarización por cobertura preelectoral. En consecuencia, es probable que el tercer trimestre sea el segundo consecutivo con variación negativa, configurando un escenario recesivo. Sin embargo, la combinación de la sorpresa electoral positiva y una buena cosecha fina podría favorecer una recuperación hacia el cuarto trimestre, mejorando las perspectivas de cierre del año.
Con estos datos, el arrastre estadístico para 2025 se ubica en torno a 3,9%, lo que implica que, si la actividad se mantuviera en los niveles actuales durante el resto del año, el PIB crecería en esa magnitud.
En este contexto, mantenemos la variable en color amarillo dentro de nuestro semáforo institucional de indicadores económicos y financieros, atentos a su evolución en los próximos meses.
Nuestro semáforo a la fecha
