El Ministerio de Hacienda Martín Guzmán presentó en el Congreso los conceptos generales para el manejo de la economía argentina y la renegociación de la deuda. Si bien reafirmó el compromiso con el repago de pasivos, argumentó que no habrá esfuerzo fiscal adicional en el mediano plazo. El paquete tributario de diciembre tuvo como objeto generar margen para aplicar políticas expansivas, explicó.
“No hay peor opción que la austeridad fiscal ante una recesión,” expuso Guzmán. Partiendo de un déficit de 0,4% del PBI en 2019, el sendero fiscal no contempla una reducción del rojo este año y prevé llegar a un equilibrio de cuentas primarias hacia el último año del gobierno de Alberto Fernández. “Los acreedores apostaron a un sistema que no funcionó,” dijo.
Un compromiso más gradual desde lo fiscal obliga a una postura más agresiva con los acreedores en pos de alcanzar la sustentabilidad de la deuda pública. La exposición del ministro fue seguida por una caída en el precio de los bonos al anticipar los tenedores, quitas más importantes sobre sus acreencias.
Como señalamos anteriormente, la deuda con privados se ubica en torno a los USD 116.500 millones. Dentro de ese stock, las emisiones en pesos son un capítulo aparte, con cerca de un 22% denominado en moneda local.
El ministro Guzmán dijo que se respetarán los pagos en pesos, pero el episodio del bono AF20, que el Gobierno decidió “encapsular”, apunta como un antecedente desfavorable.
Una participación escasa en el canje del bono dual llevó al ministerio a implementar un reperfilamiento del pago de capital -para personas jurídicas- hacia el 30 de septiembre de este año. Un día antes, la licitación de bonos del tesoro en pesos había sido declarada desierta.
“Este Gobierno no va aceptar que la sociedad argentina quede rehén de los mercados financieros internacionales,” expuso el Gobierno en el comunicado. Argumentó que los tenedores que busquen un pago en dólares (por la naturaleza dual del bono) recibirán el mismo tratamiento que el resto de los acreedores en moneda extranjera.
Creemos que el plan del Gobierno de refinanciar o hacer rollover de la deuda en pesos luce complejo a la luz del tamaño de los vencimientos. Esto podría afectar la negociación integral de la deuda con los acreedores externos. Durante marzo y abril el Gobierno enfrenta algunos vencimientos puntuales muy significativos que suman $264.500 millones.
Principales vencimientos de capital de deuda en pesos
(en miles)
Si bien el canje para el AF20 no consiguió suficiente adhesión, otros vencimientos en moneda local tienen menos participación de acreedores extranjeros, lo que facilita la negociación para el Gobierno. ¿Aceptará quitas el inversor local?
Calendario de pesos: ¿En manos de quién están los papeles?
El vencimiento más importante, el TC20 por $114.000 millones a finales de abril, tiene un alto componente de financiamiento intra-sector público, lo que a priori luce favorable. El A2M2, que amortiza capital por $60.000 millones en marzo, presenta una diversidad más compleja en cuánto a los acreedores con los que deberá negociar la Argentina.
Para los casos del TJ20 y S3OS9, si bien el monto a refinanciar es menor, la presencia de inversores internacionales podría ser un desafío para Guzmán, ya que por lo general son menos propensos a tomar quitas sobre el capital de sus acreencias.
Emisión para honrar compromisos, refinanciamiento exitoso en el mercado local o reperfilameinto de pasivos. ¿Qué pasará con los próximos vencimientos para la deuda en pesos? Creemos que existe un alto riesgo de un evento similar al del AF20 durante marzo, sobre todo si como esperamos, no se encuentra aún resuelta o bien encaminada la negociación con los acreedores externos.
Recomendaciones de inversión
Como señalamos anteriormente, los activos financieros argentinos necesitarán de más que señales para retomar un sendero virtuoso. Evaluamos que el escenario sigue siendo de elevada incertidumbre, lo que sugiere privilegiar la estrategia de inversión vigente en productos financieros de riesgo internacional.