- El conflicto en Ucrania derivó en un nuevo shock de mercado. El propósito de este informe es ofrecer una perspectiva histórica a los inversores a la luz de un nuevo evento de shock que ha impactado en los mercados.
- Ante el evento bélico, el S&P 500 corrige un 4,7% en febrero.
- Antecedentes pasados sugieren un retorno positivo promedio de 10% al cabo de un año para las acciones de Estados Unidos.
En las últimas semanas, el conflicto en Ucrania se ha convertido en el driver principal de corto plazo para los mercados financieros, con revalorizaciones en distintos activos a partir de la invasión por parte de la Rusia de Vladimir Putin.
Aunque los mercados de acciones europeos y, puntualmente los de Rusia y Ucrania fueron los más afectados, las acciones en el S&P 500 registraron un 4,7% de caída en el último mes, esto en estrecha relación con la irrupción del conflicto bélico.
Si bien cada episodio de guerra tiene una naturaleza y dimensión completamente distinta, nos propusimos a modo de análisis un estudio del comportamiento del índice S&P 500 en anteriores períodos de conflicto. El antecedente más reciente es la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, aunque también consideramos tanto el ataque a las Torres Gemelas como la Guerra de Irak, entre otros conflictos posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
A modo de síntesis, lo que se desprende de los registros históricos es que las acciones de EE.UU. típicamente sufren un shock inicial, como el resto de los activos globales. Sin embargo, los períodos de recuperación posconflicto invitan a pensar en un comportamiento favorable una vez asimilado el impacto inicial.
Cómo puede apreciarse en la siguiente tabla, el conjunto de las compañías más grandes de Estados Unidos ha respondido históricamente de manera negativa a un evento de shock como el estallido de una guerra. La caída promedio es de 8,90% en el S&P 500. En promedio, el piso de corrección se alcanzó al cabo de un mes de iniciado el conflicto, aunque cada episodio tuvo sus características propias. En el caso de la crisis de Crimea, el piso del índice se registró apenas 8 días después. En ese caso, se trató de un episodio relativamente breve en comparación con otros tristes momentos para la historia mundial.
Retorno de S&P 500 en anteriores períodos de guerra
Más allá del impacto inicial, observamos que, una vez absorbido el shock, el mercado ha emprendido una recuperación relativamente rápida y estable en el pasado, superando en muchos casos el punto de partida inicial. En promedio, las acciones han restablecido su valoración inicial al cabo de 64 días. A su vez, al medir el retorno posterior, observamos que el rendimiento promedio ha sido de 9% al cabo de 6 meses y de 9,9% una vez transcurrido un año.
Los registros muestran que hasta aquí el índice se ha probado resiliente a los eventos bélicos, registrando retornos en línea con su promedio histórico en los meses y años subsiguientes al estallido.
Cómo se puede ver en el siguiente gráfico, con la excepción de la guerra en Irak. el mercado mantuvo su sendero previo al episodio, por lo que no se generan quiebres de tendencia, sino que más bien shocks temporarios.
Naturalmente, el impacto de una guerra en las acciones del S&P 500 dependerá en buena medida de la dimensión del conflicto, así como también de su extensión temporal. Si el conflicto en Ucrania se prolongase por un periodo largo, llegando al punto de involucrar incluso más países, el piso de la corrección podría ser más alejado en el tiempo y su recuperación, incierta.
No obstante, vale recalcar que hasta aquí la corrección en el índice se acerca al 5%, en sintonía con el episodio de 2014 en la anexión de Crimea. Es posible un mayor recorrido en este sentido a medida que el conflicto se desarrolla, aunque el registro histórico es auspicioso en función de la fase posterior de recuperación.
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