Una crisis cambiaria en tres episodios, la sequía histórica, la salida de dos presidentes del BCRA, dos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, causas judiciales y el efecto contagio desde Turquía.
Una crisis cambiaria en tres episodios, la sequía histórica, la salida de dos presidentes del BCRA, dos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, causas judiciales y el efecto contagio desde Turquía. 2018 ha sido un año de evidente complejidad para los activos argentinos.
El contexto global no fue favorable tampoco, con distintos eventos que sacudieron el humor inversor. Movimientos en la tasa del tesoro de EE.UU., y el ciclo de tightening de la Reserva Federal dictaron el sentido de los flujos de capitales, presionando sobre una multiplicidad de activos financieros, con especial impacto en algunos países emergentes. Sumado a la volatilidad asociada a la guerra comercial EE.UU. versus China, 2018 ha sido un año muy desfavorable para las acciones globales y para la deuda de mercados no desarrollados.
Como balance del año, en un ejercicio de evaluación que no es práctica habitual de la industria, exponemos un repaso de nuestras recomendaciones de posicionamiento más relevantes, para transitar un año de notable adversidad.
Recomendaciones de resultado positivo
27/04/2018 – Sugerimos la dolarización de portafolios en la antesala de la crisis cambiaria, con un tipo de cambio de $21, anticipando la súbita depreciación y protegiendo al inversor de un salto del dólar de más de 80% desde ese momento. “Por estos motivos, en un contexto de debilidad para Argentina respecto del escenario internacional, sumado a una pérdida de previsibilidad cambiaria, se sugiere al inversor un recambio de estrategia y una mayor ponderación de las inversiones en dólares dentro de su portafolio”.
11/05/2018 – Acciones argentinas pierden atractivo. Tras el anuncio del acuerdo con el FMI, sin detalles específicos, concluimos que el nuevo entorno infiere un ciclo negativo para las ganancias de las compañías, y por lo tanto se reduce su valuación presente. Desde ese entonces la bolsa perdió 38% de su valor en dólares hasta fin del 2018. “En este nuevo contexto, donde se espera una menor actividad económica y una mayor tasa de interés, reiteramos nuestro view de acciones en el mercado local. Si bien el ascenso a MSCI podría resultar un driver con presión alcista en los precios, creemos que el nuevo entorno macroeconómico es desfavorable para las ganancias de las compañías, al tiempo que la mayor tasa de descuento de esas utilidades reduce el valor presente de los flujos futuros”.
18/05/2018 – Posiciones protectivas en bonos en dólares. También como reflejo del acuerdo con el FMI, del cual obtenemos mayores precisiones, sugerimos acortar la duración en la curva soberana en dólares. Se anticipa aumento en volatilidad. Desde ese entonces el riesgo país pasa de 461 a 817 puntos a fin de 2018. “Proyectamos un aumento en la volatilidad de estos activos sujeto al cumplimiento de las metas trimestrales que se negocien con el FMI y/o en el Presupuesto 2019”.
13/08/2018 – Diversificación de riesgo argentino. Para el inversor sin acceso a mercados internacionales, sugerimos entonces la compra de un fondo común de inversión local con posiciones en deuda latinoamericana. “En un mercado de renta fija local que sufrió una caída importante en el último semestre, vemos que la baja correlación de los FCI respecto a la plaza argentina de deuda les permitió a los cuotapartistas regionales moderar el retroceso de 2018 y apuntalar el retorno acumulado desde agosto de 2016, siempre respecto del AY24”.
11/09/2018 – Nuevo acuerdo con el FMI y deterioro de proyecciones. Recomendamos profundizar el recorte de duración en bonos soberanos argentinos. Sugerimos además la compra del Bono PAR en dólares, conservando cierta protección relativa frente al resto de las opciones de la curva en un escenario adverso. Una combinación de bonos 2019 y PAR produjo un resultado positivo del 5%, frente a un 2% para el Bonar 2024, y un retorno negativo del 2% para el DICA . “Reiteramos nuestra recomendación de inversión en el bono Par para aquellos clientes que desean tener una exposición a deuda soberana en USD, conservando cierta protección relativa frente al resto de las opciones de la curva en un escenario adverso”.
Recomendación de resultado negativo
30/10/2018 – Apuesta táctica al índice S&P 500 luego de una corrección del orden del 9,40% al 24 de octubre. En la antesala de las elecciones intermedias, y luego de una caída significativa en los activos globales de riesgo, una evaluación del comportamiento histórico del índice de EE.UU. en el último tramo del año sugiere una probabilidad atractiva de capitalizar un repunte.Esta situcion no se cristalizo y la idea finalizó con un resultado negativo moderado del 3%, gracias a la protección sugerida.
”En ese sentido, la estrategia táctica sugerida es la compra del ETF SPY, que refleja el comportamiento del índice S&P 500, junto con la adquisición de un PUT para acotar el riesgo frente a un escenario adverso. El costo del seguro a la baja (PUT) a hasta fin de año, es de aproximadamente 3,0%, prima que constituiría el punto de equilibrio de la inversión y la máxima exposición a pérdida posible en caso de no materializarse la visión aquí expresada”.
Recomendaciones “en proceso”
13/07/2018 – Después del desplome, una posición en el Merval a tres años vista. Tras una caída del orden de 50,4% en las acciones argentinas, bajo la hipótesis de piso, sugerimos para el inversor de riesgo y con horizonte temporal de largo plazo una posición en renta variable argentina. El objetivo: duplicar inversión al cabo de tres años o menos.
07/12/2018 – Hacia 2019, ¿un año de respiro y recuperación para la deuda emergente? A la luz de los comentarios de Jerome Powell, titular de la Reserva Federal, que traen señales de moderación en su ciclo de suba de tasa, contemplamos la posibilidad de un año con mejoras relativas para los activos emergentes. No obstante, advertimos que Argentina, inmersa en sus propias dificultades, no lograría por el momento capitalizar este potencial.