Si bien suele confundirse con el rendimiento, se trata de una métrica más detallada de la performance de un activo que incluye también las variaciones en precios del período. Supongamos un bono que posee un rendimiento del 5% anual cuando lo compramos. Adempas, se supone que el precio del bono subio un 5% en ese mismo año. En este ejemplo, nuestro rendimiento es del 5% mientras que el retorno es de un 10% ya que incluye ambas variables.

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