La cartera de Cedears ante el sacudón bancario en Estados Unidos
El último 10 de marzo, las tensiones en el sistema financiero de Estados Unidos llevaron a la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB). Además de encender las primeras alarmas sobre la salud del sistema financiero de EE.UU., la noticia trajo enorme volatilidad, contagiando al resto de los activos financieros y deteriorando el humor de mercado.
Es preciso diferenciar el comportamiento de las grandes entidades financieras del sector, de los bancos regionales siendo estos muy vulnerables en el contexto actual de subas de tasas ante la lucha por la inflación, y por lo tanto sus primeras víctimas.
- El ETF XLF, replica el comportamiento del sector financiero del S&P 500. Incluye acciones de empresas de servicios financiero; seguro; bancos comerciales; fideicomisos de inversión inmobiliaria, entre otros.
- Por su parte el ETF KRE, replica el comportamiento de los bancos regionales del S&P.
- Observando el comportamiento relativo de ambos ETF, se observa que si bien todo el sector se vio fuertemente golpeado el XLF tuvo un diferencial en el rendimiento de 13,22%, desde el 8 de marzo a la fecha. Mientras el KRE se contrajo un – 24,58%, el XLF lo hizo en un -11,36%.
Nuevo contexto, nuevos desafios.
La suba de la tasa de interés a nivel global, y en particular por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos provocó grandes caídas en la cotización de los bonos. Principalmente en aquellos de mayor “duration”. Dichos bonos en cartera por parte de los bancos regionales deterioraron las posiciones de capital de las entidades, mientras los préstamos otorgados vinculados principalmente a negocios de capital de riesgo enfrentaban un contexto de crédito cada vez más adverso. Esto ha aumentado el riesgo de que bancos regionales vayan a la quiebra.
Como contrapeso a este nivel de volatilidad y turbulencia en los mercados, la FED y el Tesoro al ser consciente del problema tomaron cartas en el asunto de manera inmediata con medidas en el sentido correcto. Se garantizaron los depósitos, no solo aquellos asegurados, sino de todo el ecosistema bancario regional. Así, el riesgo lo corre el accionista y no el depositante.
Pero que la FED “financie las corridas”, no significa que las mismas se detengan. Los modelos de negocio bancarios siempre estarán expuestos a una corrida bancaria, al no mantener las entidades, un coeficiente de reserva del 100% contra todos los depósitos. Al actuar como intermediarios del crédito, la esencia de su negocio es prestar el dinero de los depósitos que recibe y asumir el riesgo del apalancamiento.
Una vez que se pierde la confianza en un banco, la sostenibilidad de su negocio se ve amenazada. Independientemente de los buenos indicadores técnicos o incluso de la calidad de su cartera de créditos.
Ante estos eventos, una crisis bancaria regional generalizada, tiene ahora una probabilidad mayor a cero. Como consecuencia, las acciones bancarias se vieron fuertemente afectadas, aunque como indicamos en el gráfico el mercado discrimina las grandes entidades financieras de los bancos regionales, donde se focalizaron dichos eventos. Esto trae sin dudas mayor volatilidad al mercado.
El desafío (doble) de la FED
En varias ocasiones, cuando la FED ha endurecido las condiciones de liquidez en su lucha contra la inflación “algo se rompe”. Es decir, algún eslabón débil en la cadena cede y produce una reacción que termina empujando a una contracción del crédito, completando el trabajo de la autoridad monetaria. La economía se frena o entra en recesión y la inflación cede a su nivel objetivo.
Este condimento adicional en el sistema financiero vuelve más complejo el desafío de la FED. A su objetivo de inflación se le suma de corto plazo cuidar la salud del sistema financiero, evitando el riesgo sistémico.
Nuestra cartera de Cedears
En lugar de concentrarnos en bancos, preferimos enfocarnos en empresas que tienen grandes posiciones netas de efectivo en su Balance y gran generación de flujos de caja (en exceso de los pagos por dividendos en efectivo). Empresas con dichas características ante contextos como el actual, mantienen modelos de negocio que pueden ser testeados por duras condiciones económicas y crediticias. (ver informe AQUÍ). Pensando siempre en una cartera de inversión de largo plazo, el Portafolio Recomendado de Cedears Criteria, no mantiene acciones del sector bancario: